Hay que aclarar que el euríbor seguirá siendo el índice de referencia para los préstamos hipotecarios a tipo variable. Lo que cambia será su metodología para calcularlo, por lo que se puede decir que no es que haya un nuevo euríbor que sustituya a otro –de ahí el entrecomillado en el titular-, sino que se introduce una modificación en la metodología de cálculo.
“Pensamos que este cambio es una noticia positiva principalmente para los prestatarios, ya que reflejará de forma más fiel la situación real del mercado. Con esta referencia se busca una mayor transparencia y una mayor representitividad en los tipos de referencia para las operaciones hipotecarias, ya que su fijación dependerá del tipo real de préstamo y no de aquel al que las entidades estarían dispuestas a prestarse”, apunta Felipe López, de Selfbank. “Su puesta en marcha no se llevará a cabo para favorecer a los bancos, sino más bien todo lo contrario. Con esta medida los bancos no podrán manipularlo como ha ocurrido en el pasado en casos puntuales”, añade.
Aún es pronto para saber en que afectará a las hipotecas. Hasta que no se empiece a aplicar el cálculo y se comience a conocer qué datos se toman para ello, es difícil si no imposible, saber si este “nuevo euríbor” es mejor o peor para los hipotecados. Pero Pau A. Monserrat tiene una opinión clara, “lo que sí me atrevo a pronosticar es que el euríbor a un año será más caro con esta fórmula de cálculo. Dudo mucho que los bancos se presten, realmente, pagando por ello. El Euribor de marzo a un año cerró al -0,012%. ¿Realmente hay muchos bancos que se presten dinero entre sí y no se cobren intereses, sino que se paguen un -0,012%?”
Su aplicación está fijada para julio de 2016, pero los expertos creen que no se producirá en este plazo y que su aplicación no será hasta 2017. Además, tal y como indica el EMMI, su aplicación quedará sujeta a la disponibilidad de la infraestructura técnica.
Habrá que esperar entonces a la puesta en marcha de la nueva metodología, a su aplicación y a los primeros resultados del mismo para conocer las consecuencias y el impacto real del “nuevo” euríbor.